El retorno de Ginger
En un año la vida de una persona ha podido cambiar de manera drástrica:
1. Se independiza con su pareja.
2. Consigue trabajo más o menos estable.
3. Termina la carrera.
4. Se da cuenta de que se hace mayor.
Este último punto es muy importante, en la frontera de los 30 no te planteas la nueva década con la anterior. Es que ya eres MAYOR.
Mayor para salir con tus amigos, mayor para ir a conciertos, mayor para jugar con las Barbies, eres tan mayor que un día te miras al espejo y tu bonito pelo rojo va tornando a plateado, herencia o nervios también pueden ser los causantes de esto último.
Y una duda te corroe: ¿el tener pareja estable te condiciona en los últimos coletazos de tu juventud?
No te mientas, si eres feliz eres feliz, deja de ser la niña lánguida y misteriosa y asume tu papel de joven sobradamente preparada.